¿Qué placas de inducción son las mejores?

Las placas de inducción son, para muchos, las mejores placas de cocina, por diferentes razones: son más rápidas, más seguras y más fáciles de limpiar, entre otras ventajas. Pero además, hay determinados aspectos que hacen mejores a unos modelos con respecto a otros. Estas son las placas que se pueden considerar superiores:

• Las placas con función ‘puente’, que ofrecen gran flexibilidad de cocción al usuario: son modelos que, por el diseño de sus zonas de cocción, ofrecen una gran modularidad, permitiendo combinar diferentes zonas entre sí.
  
  
• Las placas con mayor variedad de funciones y con un panel de control completo para controlarlas: en este sentido, paneles como el Touch Control Directo de Grundig permiten acceder y seleccionar rápidamente a cualquier función de la placa, como el booster o el temporizador.
  
  
• Las placas que tienen sistemas adicionales de seguridad: aunque las placas de inducción son muy seguras de por sí, los modelos superiores introducen funciones complementarias. Es el caso, por ejemplo, del bloqueo infantil, la protección antidesbordamiento o los indicadores de calor residual, todas ellas presentes en las placas de Grundig.

¿Qué hay que tener en cuenta para comprar una placa de inducción?

Además de cuestiones como la modularidad, el panel de control y la seguridad, resulta interesante fijarse en otros aspectos para saber qué placa se adapta mejor a las necesidades de cada usuario. Por ejemplo, el número de zonas y su tamaño, expresado en centímetros de diámetro. Es habitual contar con 3 zonas o bien dos flexibles, pero las familias grandes pueden decantarse por otras de hasta 8 zonas.

El número de niveles de cocción es otro factor a tener en cuenta: 9 suele ser una cifra habitual en la mayoría de modelos, pero los más avanzados pueden llegar hasta los 15 niveles. 

Por último, cuestiones como la potencia total de la placa o sus dimensiones también son detalles a tener en cuenta para decantarse por una placa u otra.