No se han encontrado resultados.
Un lavavajillas de libre instalación es aquel que se puede ubicar en cualquier lugar de la cocina. Su principal característica es que presenta un diseño acabado en todos sus lados, es decir, con tapa superior y paneles laterales. Esta es la principal diferencia con respecto a los lavavajillas de encastre, que no presentan tapa ni paneles porque están pensados para integrarse por completo en un mueble de la cocina.
Por lo general, su ubicación natural es debajo o muy cerca del fregadero, pero por diferentes razones puede situarse en otro lugar más alejado. Así que, gracias a su acabado, el lavavajillas de libre instalación no tendrá problemas en adaptarse a cualquier rincón de la cocina, tanto en el presente como en el futuro, en el caso de que se realice una reforma del mobiliario de la misma.
El lavavajillas de libre instalación puede ocultarse dentro de un mueble para pasar totalmente desapercibido. Sin embargo, cabe decir que los diseños actuales son muy elegantes, con una estética moderna, especialmente en lo que se refiere al panel de mando. Por tanto, aunque quede al descubierto el frontal de este electrodoméstico, nunca va a desentonar en el entorno.
Y por lo que respecta a las prestaciones, nada cambia: puede tener similares características que un lavavajillas de encastre. Es decir, puede ofrecer las mismas tecnologías de lavado y secado, una organización interior igual de eficiente, un consumo tan bajo en lo que a kW y litros de agua se refiere, etc.
Otro aspecto que comparten los lavavajillas de libre instalación y los modelos de encastre es el tamaño. Las principales medidas del mercado y, por tanto, del catálogo de Grundig son: