No se han encontrado resultados.
A la hora de comprar un congelador encontrarás dos grandes tipologías:
Congelador vertical: su aspecto exterior recuerda al de un frigorífico vertical de una puerta, con apertura frontal mediante tirador. En su interior, el contenido se organiza en cajones o compartimentos extraíbles repartidos a diversas alturas. No faltan detalles prácticos, como cubiteras.
Arcón: también llamado congelador horizontal, puesto que es más bajo y más ancho que el anterior. Cuenta con puerta de apertura superior, a modo de baúl, y su interior apenas está compartimentado. El contenido queda a un nivel bajo.
Además de estas dos tipologías, se puede hablar de congeladores de pequeño formato que, en realidad, se conciben como mini arcones con puerta superior o como mini congeladores verticales que no alcanzan tanta altura como sus ‘hermanos mayores’.
Sin duda, la opción más apropiada para una cocina es el congelador vertical. Su diseño es muy elegante, similar al de un frigorífico, y son habituales los acabados en acero inoxidable, aunque también hay modelos blancos de estilo moderno. El hecho de que su apertura sea frontal facilita las maniobras del usuario en la cocina. Y ubicado junto a un frigorífico de similar altura, el resultado evocará el formato de frigorífico americano, pues algunos tienen puerta reversible. Además, sus cajones dan pie a una organización más meticulosa y ordenada de los alimentos congelados.
En cambio, los congeladores horizontales u arcones están pensados para trasteros, bodegas y espacios similares. ¿El motivo? Su formato con apertura superior y su diseño exterior, generalmente menos cuidado que, no obstante, no suele quedar a la vista de los invitados. Además, su interior no compartimentado está pensado para conservar alimentos de gran tamaño o a granel.