¿Cuánto pesa una nevera?

Lo primero que debes saber es que el peso de una nevera varía en función de su tamaño y características. En general, una nevera estándar de dos puertas con congelador integrado pesa entre 50 y 100 kg. Una nevera de una puerta, por otro lado, suele pesar entre 30 y 70 kg.

Cuando hablamos del peso de una nevera, es importante tener en cuenta si estamos hablando del peso en vacío o si ya está cargada con alimentos y bebidas. Por ejemplo, una nevera vacía pesa alrededor de 10 kg menos que una nevera completamente llena.

Modelos y características a tener en cuenta

Además del peso, existen otros factores a la hora de elegir una nevera. A continuación, te presentamos algunos modelos y características que deberías considerar:

• Neveras de dos puertas: Suelen ser más pesadas debido a su tamaño. A cambio, ofrecen más espacio de almacenamiento, tanto en el frigorífico como en el congelador. Si tienes una familia grande o si eres de los que hacen la compra semanal, este tipo de nevera puede ser la opción más adecuada para ti.
• Neveras de una puerta: Son más ligeras y más fáciles de mover que las neveras de dos puertas. A cambio, su espacio de almacenamiento suele ser más limitado. Si vives solo o en pareja, o si dispones de poco espacio en la cocina, este tipo de nevera puede ser suficiente para ti.
• Neveras combinadas: Estas neveras combinan un frigorífico de dos puertas con un congelador independiente. Pueden ser una buena opción si buscas un compromiso entre espacio de almacenamiento y facilidad de uso.

Además del modelo de nevera, existen otras características técnicas que pueden influir en el peso del electrodoméstico. Por ejemplo, las neveras con tecnología No Frost suelen ser más pesadas que las neveras tradicionales debido a la presencia de ventiladores y sistemas de enfriamiento más complejos. Sin embargo, también ofrecen un mayor nivel de comodidad, ya que no es necesario descongelarlas manualmente.

Cómo mover una nevera correctamente

Mover una nevera puede ser una tarea complicada debido a su peso y tamaño. Sin embargo, en ocasiones es necesario moverla para limpiar por detrás o para trasladarla a otra ubicación. Si tienes que mover una nevera, te recomendamos:

• Vaciar la nevera antes de moverla. Esto hará que sea más ligera y más fácil de transportar.
• Desconecta la nevera de la corriente eléctrica y del suministro de agua, si corresponde.

Usa un carrito o una plataforma para mover la nevera. Nunca la muevas arrastrándola.