¿Cómo podemos almacenar el queso para que mantenga su sabor y condición durante más tiempo? ¿A partir de qué cantidad de moho podemos considerar que un queso es dañino? ¿Cómo podemos utilizar los restos de queso que se generan en la cocina? Estas son algunas de las preguntas que nos hemos hecho para aprovechar al máximo nuestros quesos.

El queso es un producto lácteo que se ha elaborado durante miles de años como una forma de hacer que la leche dure mucho más tiempo. Se trata de un elemento esencial de nuestra cocina. La historia del queso bien hecho es muy larga que empieza por el ordeño y sigue con el proceso de envejecimiento. Requiere una paciencia increíble y, además, mucho trabajo.

Maneras de almacenar y conservar el queso:

• Mantener la humedad adecuada es clave para alargar la vida útil del queso. El mejor método es envolverlo en papel parafinado y guardarlo en el interior de un recipiente hermético.
• El papel film retiene el 100% de la humedad, pero no deja que el queso respire adecuadamente. Como resultado, las cuñas de queso que se venden en plástico en las tiendas pueden no solo estar húmedas, sino que también pueden haber adquirido sabor a plástico. Trata de evitar los quesos envasados. Si los compras, retira la capa exterior antes de comerlos.
• Otro detalle importantea tener en cuenta al comprar queso es la cantidad que necesitas. Compra pequeñas cantidades. La mejor forma de envejecer el queso es mantenerlo con forma de rueda. En cuanto el queso se corta en pedazos, su superficie entra en contacto con el oxígeno y empieza a secarse. Portanto, lo mejor es comprar solo lo que vayas consumir de manera semanal.
• Los quesos que se compran en su propio jugo, como el queso feta, se pueden almacenar en su salmuera.
• La mejor manera de mantener el nivel de humedad idóneo para el queso es en el cajón de frutas y verduras del frigorífico. Envuelve bien el queso y manténlo en ese cajón. Cuando quieras comerlo, recuerda sacarlo un rato antes, para aclimatarlo a la temperatura ambiente.
• Los quesos mohosos o que se consumen después de que les haya crecido moho los clasificamos, por supuesto, en una categoría propia, pero recomendamos precaución cuando se trata del consumo del moho que se desarrolla en la superficie de quesos como el queso crema o el queso rallado. Examínalo visualmente, huélelo y prueba una pequeña porción para decidir si finalmente lo vas a comer, porque este moho irá creciendo y se esparcirá por todo el queso. Sin embargo, el moho en quesos semiblandos o duros no llegará a invadir todo el queso.

Formas de utilizar el queso sobrante:

• Si te sobra queso duro parmesano, puedes agregar todo el bloque a un plato de carne cocinado a fuego lento, sopa o salsa para pasta con carne picada. Es posible que este queso no haga que su comida tenga un sabor fino, pero lo hará increíblemente delicioso porel toque umami que aportará. No olvides retirar el bloque de queso antes de servir el plato.
• ¿Te quedan cubitos de queso de una fiesta? Pon 250 gramos de queso y 90 gramos de mantequilla en una licuadora. Añade chile, tomillo y romero, también puedes añadir un puñado de nueces. Pon la mezcla en una fuente para hornear y cocina en el horno hasta que el queso se derrita.
• Ralla el queso. Mezcla aldunas hierbas, piñones, nueces o avellanas y obten una salsa pesto para la pasta.
• Rellena higos o dátiles secos y hornéalos en el horno.
• Mezcla todo el queso sobrante con hierbas frescas y cómelo para picar sobre una rebanada de pan o en una quiche con masa fresca.
• Pon las cáscaras secas de los quesos duros en un frasco. Añade unos cuantos dientes de ajo y rellena con aceite de oliva. Así obtendrás un delicioso aderezo de aceite de oliva.